sábado, 10 de junio de 2017

EN EL HORIZONTE

Las semanas cabalgaban a tumba abierta dejando atrás los días, las horas, los minutos… el buen tiempo había llegado para quedarse durante los próximos meses a pesar de algún día gris intruso que descargaba una buena ración de agua de manera brusca, intensa pero breve. El reloj biológico parecía activarse con los días soleados y el ánimo mejoraba con la prolongación de horas de luz que hacían a las jornadas subjetivamente más largas y aprovechables.

Los cuerpos empezaban a mostrar sus pieles y los ropajes perdían peso al tiempo que aumentaban su colorido; la primavera daría paso al verano y al final de la misma, uno empezaba a pensar en la playa y los baños de mar que estaban por llegar. Verano, un limbo estival anhelado durante meses que una vez más estaba al caer; pronto los preparativos para el cambio de casa se pondrían en marcha y como cada año, habría que limpiar el home, llenar la despensa, organizar la ropa y presentarse a la bahía.

Mientras los preparativos se iniciaban, en la ciudad tendrían lugar encuentros de despedida, algunos de ellos muy significados por las personas con quien tendrían lugar; siempre costaba despedirse de “ojos verdes”, ella había ejercido desde siempre un magnetismo especial sobre él, sus vidas se cruzaron iniciando la adolescencia y un invisible hilo rojo unió sus meñiques por el resto de sus vidas que, aun siguiendo caminos separados, los mantendría siempre unidos.


En el horizonte se vislumbraba un año más lo que para él era un bálsamo para el espíritu, la sola visión de aquel mar desde su atalaya lo llenaba de energía, la luz del lugar inundando a raudales todas las estancias de la casa era gasolina para seguir funcionando a pesar de los infortunios de los últimos tiempos. Con un poco de suerte ella volvería a asomarse por su pantalla digital no obstante si eso no ocurría, tenía la certeza de encontrarla en el otro extremo del hilo rojo y esa distancia por larga que fuera, siempre podía desaparecer con un golpe de teléfono. El verano estaba aquí, ahora tocaba disfrutarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario