sábado, 4 de febrero de 2017

VIVIR EL MOMENTO

El ser humano es un ente efímero cuyo paso fugaz por el planeta, no deja apenas huella en la mayoría de los casos; la vida de cientos de miles de millones de seres humanos a lo largo de la historia, acabaron bajo dos palmos de tierra sin más recuerdo que el de un puñado de allegados en el mejor de los casos pero todos ellos, tuvieron sus momentos. La vida está compuesta de momentos y estos, como eslabones de una larga cadena, componen la trayectoria vital de cada ser humano.

Es curioso que cuando se echa la vista atrás uno ve retazos de su existencia con mayor o menor nitidez no obstante, ha de ser la perspectiva del tiempo la que ponga en valor esos instantes mágicos o nefastos pues mientras estos se desarrollaron no se les dio su justo valor es más, incluso pudieron pasar desapercibidos en la mayoría  de los casos. Los momentos son chispas de vida y como tales su brevedad es la tónica, saber que están ocurriendo es difícil de percibir por ello no se suelen apreciar.


Los grandes momentos llegan sin avisar y para cuando su disfrute se hace consciente estos ya pasaron, la huella que dejan tan solo la descubre el recuerdo pero este llega tarde al momento de su ejecución y por tanto poco o nada puede hacer por retenerlos. 

Nada nos puede hacer prever la llegada de uno de esos momentos mágicos o nefastos y por tanto nada nos prepara para prolongarlos o evitarlos; la vida es corta y pasa rápido, teniendo en cuenta que de todo ese periodo muy pocos son los momentos de excelencia, vivir cada momento como si fuera el último sería una forma de aprovechar cada instante. Por desgracia no estamos diseñados para ese continuo estado de alerta y aprovechamiento.


Vivir el momento, retenerlo, prolongarlo… ¿Quien pudiera hacer  juegos malabares con esos eslabones etéreos y fugaces que a la postre forman parte de nuestra cadena vital? ¿Quien pudiera saber cuándo van a llegar y así poder disfrutarlos con plenitud? Quien sabe, si se pudieran prever igual perderían su chispa y dejarían de ser momentos especiales y sin ellos ¿Qué sería la vida?

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