sábado, 14 de mayo de 2016

EL INSOMNIO COMO NAVE ESTELAR

¿Quién no ha tenido una noche en la que no ha conseguido conciliar el sueño? ¿Quién durante esas horas eternas no ha dejado de dar vueltas y más vueltas buscando ese sueño que nos es esquivo? Esas noches aciagas en las que el silencio y las sombras se adueñan de nuestro entorno, son un campo abonado a los sueños interestelares en los que sin perder el contacto con la realidad, te ves lanzado a lo inverosímil, lo absurdo, lo imposible.

Si tú realidad te ancla a un presente turbulento, si el día a día se vuelve tormentoso y gris sin un resquicio por el que pueda asomar el sol, quizás encuentres en esas horas robadas al descanso inconsciente la rendija por la cual escapar de una realidad que te oprime y te amenaza; quizás sean esas horas de silencio en las que la mayoría desconectan de su vida terrenal, la válvula por la que liberar esa presión que ha ido acumulándose en los últimos tiempos.


Esas noches insomnes se convierten en un campo fértil esperando ser sembrado por la musa, el final del día y el principio del siguiente se conjuran en un pacto íntimo de confabulaciones indescriptibles e impredecibles, en las que el alma insomne se ve sacudida por vaivenes estelares que escapan a nuestro control. En un momento dado y sin previo aviso, salta la chispa que da origen a una nueva historia o a veces la misma de siempre que vuelves a interpretar por enésima vez pero en cada ocasión con desenlace diferente.

Los sueños anclados con alfileres a un subconsciente en estado de alerta, van y vienen dentro de una nebulosa sin límites ni normas de tránsito, solo las tramas más surrealistas se abren paso a través de una maraña neuronal iluminando espacios en los que surgen esas historias tantas veces visionadas durante los duermevelas y que somos incapaces de modular a nuestro antojo, debido a la falta de control que ejercemos sobre nuestra vida paralela.



Llega la noche y sabes que el viaje está a punto de empezar una vez más, no sabes dónde te llevará en esta ocasión ¿volverás a organizar tú vida tras unos párpados caídos? ¿descubrirás nuevas realidades en dimensiones aun por cabalgar? ¿andarás por territorios inestables y peligrosos? Son los sueños de vigilia amparados en el silencio de la noche, la calzada tranquila por la que tú mente transita al caer las sombras, el viaje eterno sin destino conocido que tantas veces has iniciado y que como cada noche puede ser el último.

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